nace de la rabia. Perro Amorfo nace de la necesidad de decirse,
decirnos, que viene con los nudos en la garganta. Perro Amorfo nace
de un nerviosismo ante la invisibilidad e inviability del discurso
aún en construcción, de lo que se pierde en la búsqueda de lo
pulido. Perro Amorfo nace para tratar de darle lugar al reflejo
torpe, el cajón olvidado, a la colectividad indecisa, a la falta de
creativity, a la flojera estética. Perro Amorfo nace como un
aprendizaje, mayormente un aprendizaje.
“
¿Puede el fanzine, en esta dinámica, aún conservar algo de su
disidencia? Si es así, este debe encontrar una nueva manera de
agujerear el discurso más allá de su mera existencia. "Quizás, una
de las cosas que justifican la existencia del fanzine en un mundo
hipermediático sea precisamente la potencialidad que surge de ese
vacío: despojado de contenido, queda el gesto. Volvemos al momento
en que la decisión de hacer un fanzine era de por sí un acto
rebelde, pero esta vez va más allá: nombrar algo un fanzine es un
gesto disidente. Tomar una serie de fotografías, poemas, videos e,
incluso, objetos y agruparlos bajo la figura de “fanzine” es un
performance que busca enrarecer un discurso ya latente e incorporado
en nuestras vidas. Cuando todo está expuesto, la re-exposición es
una pequeña burla, un espacio cómplice que nos da la posibilidad de
explorar las fronteras para conseguir ese elemento “extraño”.
”
Perro Amorfo es un proyecto de la
Venezuela del 2017, es
decir, un proyecto que emerge de un contexto de violencia e
incertidumbre que desdibujó las nociones de futuro colectivo. En ese
sentido, Perro Amorfo va de la mano de una preocupación por no poder
encontrar o no saber producir vehículos para la expresión en un
espacio discursivo que se tornaba cada vez más complejo de afrontar.
Una preocupación por no saber, no querer, no poder, decir. De cierta
forma, Perro Amorfo es un proyecto de la interrupción, de habitar la
interrupción, de aprender a interrumpir.
Perro Amorfo es un taller de (fan)zines. Eso es, quizá, un buen
principio. Un taller de (fan)zines para jóvenes. Un taller de
(fan)zines, no obstante, que aspira no a la producción material de
dispositivos, sino a ahondar en el proceso mismo de tratar de decir
personal o colectivamente. No el (fan)zine como soporte físico
solamente, sino como proceso de soportar, de hacer que algo o
alguien sea un soporte. No la limpieza del diseño, ni la cuidada
factura de los librillos engrapados o cosidos, sino la exploración
que conlleva indagar entre medios y herramientas para tratar de
darle forma para lo que en la experiencia se nos presenta apenas
como chispazos o fragmentos.